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18.6.05

No va más

La campaña más intensa de la historia de Galicia toca a su fin. Es la hora de los ciudadanos

Se agotaron los mensajes y callaron los candidatos. Ahora sólo queda el silencio de los carteles, perturbado, eso sí, por una anacrónica manifestación contra los derechos de los homosexuales con la que algunos pretenden decidir lo que los demás deben hacer con sus vidas y, de paso, erosionar al Gobierno socialista a sólo unas horas de que los gallegos acudan a votar. Las urnas parece que van a estar más llenas de votos que nunca. Esa es, al menos, la previsión de propios y extraños, a la vista de que la mayoría absoluta del PP, o la mayoría de progreso formada por el PSdeG-PSOE y el BNG, puede decidirse por muy pocos votos. Por primera vez en mucho tiempo los gallegos tienen la sensación de que su papeleta, la de cada uno, puede decidir el resultado. Las cifras de voto por correo son el primer síntoma de la intensa jornada electoral que se avecina. Por eso ayer los partidos afinaron sus mensajes. El PSdeGPSOE de Emilio Pérez Touriño sabe que sólo puede quebrar la mayoría absoluta si consigue convencer a los votantes de izquierdas, esos que votan en las generales pero se quedan en casa en las autonómicas, de que es hora de contribuir al cambio en Galicia. Esos ciudadanos fueron también el blanco principal de los mensajes del PP, cuyos dirigentes —con Manuel Fraga a la cabeza— conocen a la perfección que sólo una movilización de la izquierda puede arrebatarles la mayoría absoluta que han disfrutado durante quince años. A más Los nacionalistas apuraron también su último mitin. En el BNG están convencidos de que pueden minimizar los daños provocados por los conflictos internos gracias a un Anxo Quintana que ha ido a más en cada jornada. Su estabilidad interna depende en buena medida de no perder demasiados escaños y de la posibilidad de contribuir a la formación de una mayoría alternativa a la del Partido Popular. Mañana se pone en juego el Gobierno de la Xunta de Galicia y dos maneras completamente opuestas de entender la política, pero también tendrá lugar un episodio decisivo de la guerra abierta por el PP contra el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. ¿El resultado? La campaña más intensa de la historia de Galicia.