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8.6.05

Oídos sensibles


Quintana dice que va “sobrado”, pero el que actúa como si así fuera es Fraga, que en plena campaña, para pasmo del respetable, se toma un día libre, ejerce de “viejo profesor”y preside el Jurado de los Premios Príncipe de Asturias. Claro que para asombro, el que provoca Touriño al anunciar que cederá el liderazgo en el PSdeG si no logra ser presidente

Para días raros de campaña, éste en el que el principal candidato, el presidente de la Xunta, ni siquiera ejerció como tal. Con intención de tranquilizar a los periodistas que le preguntaron en Asturias cómo está llevando tanto ir y venir de mitin en mitin (¿le habrán visto mala cara?), Fraga explicó que lo suyo no es un problema de edad, sino de salud (¡cielos!). Y por si resultara poco llamativo que un candidato se permita el lujo de desperdiciar un día de campaña electoral, Fraga dejó como presidente de hecho a su vicepresidente primario, Alberto Núñez Feijóo, el candidato del birrete a la sucesión, a riesgo de enfadar a los militantes de la boina. De todos modos, tampoco se puede decir que Feijóo haya aprovechado muchos el tiempo para hacer carrera. Primero se paseó por la provincia de Pontevedra con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón (una amistad peligrosa a los ojos de la actual dirección nacional del partido). Y después se jactó de progresista (con lo de moda que está la derecha en el PP). Lo curioso es que lo hizo subrayando su capacidad para ir de copas, aparentemente convencido de la existencia de una relación directa entre las ideas de transformación social y el consumo (abusivo) de alcohol. Con todo, lo peor fue que la ausencia de Fraga privó a la jornada del martes tanto de la potencia verbal de los últimos días como de los mensajes catastrofistas que alertan del peligro de que Galicia regrese a las corredoiras y a los dinosaurios si ganan sus adversarios (lo más chocante de esta afirmación es que Fraga parece verdaderamente convencido de que él es quien nos ha sacado a todos de las cavernas). Los oídos sensibles han gozado de una breve tregua que, sin duda, llegará a su fin hoy mismo a menos que las encuestas empiecen a cambiar sus (para el PP) sombríos pronósticos. Enfrente, PSdeG-PSOE y BNG, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, siguen haciendo caso omiso a los mensajes que desde las filas conservadoras tratan de forzar un desencuentro público que ponga en evidencia la supuesta incompatibilidad de sus respectivos proyectos. Con tanta flema y, sobre todo, con tan pocas referencias mutuas, cobra fuerza cada día la hipótesis de que ambos dirigentes han alcanzado un pacto de no agresión que evite al PP las bazas que necesita para desacreditar un Gobierno de coalición. Quien no ha tenido reparo en saltarse el abecé del candidato es Touriño, para el caso de no lograr la presidencia. Si esa situación se da, el aspirante socialista se ha comprometido a ceder el mando del PSdeGPSOE “a una nueva generación” de dirigentes. Lo nunca visto.